Buenas tardes Personas, hoy un tema fundamental: los personajes.
Es fantástico poder salir de casa con la calma y poder disfrutar del paseo que hay desde casa a la estación, sin tener que correr, dejando que el sol caliente mi piel y la brisa marina refresque mis pulmones.
¿Nunca habéis pensado que pasaría si cambiaseis el sexo del protagonista de la historia que estáis leyendo? ¿Creéis que afectaría a la misma? ¿De que manera?
Bien pues si los personajes están bien construidos cambiarles el sexo no debería afectar en nada a la historia. Es cierto que a veces hombres y mujeres tienen formas de ser y comportarse distintas, entre otras cosas, por lo como se espera que ellos sean. Se tiende a aceptar más un carácter impulsivo, si se trata de un hombre y se suele esperar que las mujeres se comporten de forma más reflexiva, pese a que tanto hombres como mujeres pueden ser igual de impulsivos y de reflexivos, siendo un rasgo más de su carácter.
No obstante sí que existen algunas diferencias insalvables entre hombres y mujeres, que hacen que sólo se puedan entender y ver de una deterninada forma algunas cosas, que pueden afectar al carácter y a la forma de ser del personaje, si pertenecen a un sexo determinado. Este hecho no es ni mejor, ni peor. Ni bueno, ni malo. Sencillamente es y por tanto debe tenerse en cuenta a la hora de elaborar la psique del personaje.
Porque no es lo mismo una mujer soldado en un mundo gobernado por un regimen feminista que en otro dónde a las mujeres les está prohibido portar armas. En el caso de la primera mujer podrá ser ella misma y ejercer su oficio con total libertad y en el caso de la segunda mujer se estará jugando la vida cada vez que asista a su puesto de trabajo y seguramente tendrá que hacerse pasar por un hombre si quiere evitar problemas. Por tanto a la hora de hacer un personaje hay que tener en cuenta todo lo que le rodea, porque de ello dependerá en buena medida su caracter y su forma de responder a las situaciones. Porque situaciones que deberían ser cotidianas para unos, en otros se convierten en situaciones de estrés y continua sensación de peligro.
Otro factor a tener en cuenta es la edad. La juventud está asociada a la vitalidad y a la imprudencia y la vejez a la sabiduría y a la muerte eventual. Un personaje joven se enfrentará al mismo reto de manera distinta a la que lo haría su yo anciano. Por supuesto que es posible encontrar a viejos temerarios y sin ningún instinto de auto conservación, así como a jóvenes enfermizos y con gran sabiduría, pero aún en ese caso el viejo atolondrado debió serlo mucho más en sus años mozos, y el joven sabio y de salud frágil verá ambas cosas aumentadas a medida que envejezca. Dicho sea de paso, es más aceptable y creíble para el lector que el personaje que da los buenos consejos sea alguien que tenga una edad avanzada y que el idiota impetuoso sea alguien que apenas haya dejado atrás la pubertad.
¿Se os ocurre alguna otra cosa que influya en el personaje? Pues hay muchas más: el estado civil, su nivel adquisitivo, su religión y/o creencias, su estatus social, su familia, sus errores anteriores, la situación geo-polotica del lugar donde vive, su relación con los otros personajes del texto y en definitiva cualquier cosa que crea el escritor que resultará importante al personaje, le preocupe y le afecte.
Con todo lo dicho no hay que olvidar que los personajes pueden evolucionar y sus valores, preocupaciones e intereses cambiar a lo largo del tiempo en que transcurre nuestra narración. Por eso es muy recomendable hacer un dramatis personae, a nivel personal, en el que vayamos apuntando todo lo que creemos que es importante del y para el personaje, para que luego no nos confundamos y le cambiemos algunos de sus rasgos más importantes.
Recordad que como siempre no hay normas en cuanto a la creación literaria, serán los lectores quienes juzguen nuestra obra y si a ellos les gusta será que algo estamos haciendo bien.
Eso es todo por ahora, volveré el lunes con nuevo contenido. Para cualquier comentario, duda, cuestión o sugerencia tenéis la caja de comentarios. No olvidéis compartirlo si os gusta.
Sed buenos, un saludo.