Curso escritura

Escoger al narrador correcto

Buenos días Personas, hoy hablaremos sobre la importancia de escoger al narrador correcto.

Escoger

Escoger

En publicaciones anteriores os he hablado de varios elementos importantes a la hora de escribir un buen relato o novela, como son la estructura, el tema, la trama, lo que hace que esta avance y la importancia del conflicto. Hoy os voy a hablar de un elemento muy importante y que para muchos pasa por alto, dada su inherencia en todo escrito: el narrador y como escoger el más idóneo.

De narradores hay muchos tipos y clases, depende a quien le preguntéis, yo los clasifico en tres grandes tipos: el que está en la historia, como por ejemplo el narrador protagonista, el narrador que no está en la historia, omnisciente, y el que por su forma puede estar dentro de la historia o no, como el deficiente. Estos últimos no los separaré de los dos primeros, puesto que al hacerlo podría perder la continuidad y afectar a la capacidad de entender el texto.

El tipo de narrador lo escoge siempre el escritor, aunque algunas veces el propio texto nos pide a gritos un tipo en concreto o incluso según cuál escojamos haríamos que el escrito perdiera completamente el significado o incluso la capacidad de que el lector se crea lo que está leyendo y sea incapaz de sumergirse en la historia que tiene delante.

Vayamos por orden, empezaré por los narradores que están en la historia.
En primer lugar tenemos al narrador intradiegético, o el que habla en primera persona. El intradiegético se divide en tres: el narrador protagonista, que como su nombre indica es el personaje principal que nos está contando de primera mano su historia.
El narrador testigo, que no es el protagonista pero puede ver todo lo que este hace.
Y finalmente el monólogo interior, este narrador se habla a sí mismo, sin pretender que nadie le escuche, en este tipo de narrador los lectores adquieren la capacidad de seguirle al narrador el hilo de sus pensamientos. Todo el texto mana directamente de la cabeza del narrador. Como ejemplos de este tipo están James Joyce, en la parte en que Molly deja a su marido en una interminable carta sin comas, ni puntos, ni nada que le haga amena esa parte al lector, y Virginia Wolf.

Después está el narrador autodiegético o en segunda persona. Este narrador tiene la particularidad de que le habla directamente al lector, como si se tratase de alguien a quien conociese. Al hacer esto se pretende dar un aire informal y cercano al texto. Un ejemplo de esto es mi relato «Angelines y un señor de Cuba«.
El narrador equisciente es aquel que se mete dentro de un personaje y, siempre de manera objetiva y en tercera persona, narra lo que este ve, sabe e interpreta de lo que sucede a su alrededor. Este narrador se parece mucho al narrador testigo, sólo que el equisciente habla en tercera persona.

Pasemos ahora a los narradores que están fuera de la historia.
El narrador extradiegético o en tercera persona. Este narrador habla de uno o varios personajes, generalmente en pasado. El narrador en tercera persona cuenta también con tres subdivisiones: el narrador omnisciente, que es el que lo sabe todo y  puede meterse dentro de la cabeza de todos los personajes para saber como son y como piensan en todo momento.
El narrador testigo, es muy similar al narrador con el mismo nombre que sí participa en la historia que cuenta. El narrador testigo ajeno a la historia suele incluirse a sí mismo dentro de la misma, pero en calidad de observador y no de participante activo.
El narrador deficiente, también llamado objetivo o cámara. Es un narrador que cuenta lo que sucede en una escena determinada, sin aparecer en ella, como si la observase a través de una cámara que alguien hubiese puesto ahí. No sabe nada de lo que piensan los personajes, ni lo que harán después, solo cuenta lo que ve en tercera persona, siendo completamente imparcial y objetivo.

Ahora que ya os he presentado a los narradores os hablaré de la importancia de escoger un tipo u otro según el texto que queramos escribir.
Supongamos un relato de misterio, en el que sucesos extraños acontecen en una casa abandonada. ¿Que narrador sería el mejor? ¿Cómo se cuál escoger? Pues depende del autor, pero evidentemente el menos acertado sería el omnisciente, ¿Por qué? Pues por que si lo sabes todo, en todo momento, no puedes dar un aire de misterio al texto, por que al hacerlo tendrías que ocultarle información a propósito al lector, y eso, además de artificial, quedaría muy forzado y hasta podría cabrear al lector al saber que le ocultas información adrede. No obstante, sí se utiliza un narrador en primera persona, como por ejemplo un narrador testigo, que podría estar caracterizado por alguien que vive enfrente de esa casa, la historia tendría todo el aire de misterio posible, ya que ese vecino no podría saber de antemano que pasa en la casa y sería una persona muy interesada en saberlo, ya que está ocurriendo delante de sus narices y le afecta directamente, por eso hay que saberlo escoger.

Dado que el texto de hoy es denso y tiene mucha palabreja extraña no os pongo más ejemplos de elecciones entre tipos de narrador. Espero que os haya llegado el mensaje de que un buen narrador es crucial para conseguir una buena historia.

Sed buenos, leer mucho y si os entran ganas escribid mucho también. Para cualquier duda o sugerencia ahí tenéis la caja de comentarios.

Un saludo.