Buenas tardes Personas., un tema complicado: el fuera de plano.
Con un agosto así da gusto que sea verano: unos días con temperaturas que no superan los 32 °C y unas noches frescas. Nada que ver con los recientes junio y julio, los cuales fueron de canícula pura y dura.
Hoy os traigo un tema que a mucha gente le resulta curioso, sobre todo si no está habituada a él: os hablo del fuera de plano.
Sería normal pensar que toda la acción que pasa en cualquier historia se narra completamente desde un punto de vista que nos permita ver que está pasando, que ningún detalle queda sin explicar y que al lector no se le omite información, pues bien, eso no es siempre así, en primer lugar: al lector se le cuenta lo que se le quiere contar, cómo sé le quiere contar y cuándo se le quiere contar. A esto se le llama exposición y es el escritor el que decide cuando abre el grifo de la trama, cuando lo cierra y cuando deja «accidentalmente» que caigan unas gotas en un momento determinado.
Vayamos por partes, al lector no se le puede engañar, no se le puede decir que algo es de determinada manera y de repente, sin justificación, sea diferente. Cierto es que se puede «jugar al engaño», pero con unas reglas determinadas, puesto que se le deben ir dando al lector pistas de que es lo que está pasando en realidad y cuando se descubra la verdad el lector sea caoaz de decie: «claro, por eso en aquel momento ese personaje dijo eso, ahora todo cobra sentido». Un escritor puede creerse muy listo y hacer un engaño que sólo es resoluble en su cabeza y jactarse de que la trama ha ido siempre por un derrotero determinado, cuando no había forma humana de saberlo si no era estando dentro de la mente del autor.
¿Pero que tiene que ver jugar al engaño con el fuera de plano? Bastante: todo lo que ha llevado a ese engaño ha sucedido fuera de plano, todos los motivos para ello se desvelarán, pero cuándo empieza la historia ya han comenzado y hasta el final no se hablara de ellos de forma implícita.
¿Qué es entonces el fuera de plano? Pues es todo eso, que no se ha narrado aún, pero que tiene importancia para la historia, porque, o bien la ha provocado o bien la afectará de una manera u otra, en un futuro.
Pongamos un ejemplo: supongamos una pareja de novios, que está en el aeropuerto esperando a que su vuelo salga. Al ir a pasar los controles de seguridad uno de ellos no encuentra el pasaporte, lo busca por todos lados pero no aparece, entonces le dice a su pareja que coja el avión, para no tener que pagar de nuevo por su billete también, acepta la propuesta y acuerdan que en cuanto encuentre el pasaporte exteaviado volverá al aeropuerto y cogerá el primer vuelo que le sea posible. Ya que es un relato con narrador protagonista, este se centra en el que no olvidó su pasaporte, relata como embarca y como echa de menos a su pareja, como llega el hotel y pasa su primera noche a solas, hasta que al mediodía llega su pareja. Ambos felices por el reencuentro.
El viaje termina y ambos vuelven a casa, al cabo de unas semanas, el protagonista que descuidó su pasaporte confiesa que no fue accidental, que todo fue una estratagema para poder estar con otra persona, que ya sacó su billete para el día siguiente desde el principio.
En este ejemplo el fuera de cámara es la infidelidad de uno de los protagonistas sobre el otro. El fuera de cámara se da justamente por el tipo de narrador, ya que en los relatos con narrador protagonista sólo se pueden narrar los hechos que el o la protagonista vee con sus ojos o le cuenta alguien.
Como podemos ver que entra dentro de plano y que no lo define el narrador, o mejor dicho, los límites de la visión de este.
¿Pero y en el caso de un narrador omnisciente, que se supone que lo ve y sabe todo? Pues en ese caso es el escritor el que decide, por un serie de motivos, que el narrador en ese momento estaba mirando para otro lado.
Eso de que «el narrador mire para otro lado» puede sonar raro, pero a veces es conveniente alejar la acción de algunoa personajes, para que tengan un momento de soledad y respiro y que esa escena les pertenezca sólo a ellos. Es evidente para todo lector que van a tener su momento y con toda seguridad afecte posteriormente a la historia y se narre luego, a modo de recuerdo, pero hasta que eso pase habrá sido su fuera de plano particular, mágico e irrepetible, y justo así es cómo debe de llegar al lector, para mantener toda la esencia especial que se le quería dar a ese momento al hacer que ocurra fuera de los ojos de lectores y narrador.
Bien, pues eso es todo por hoy, recordad que a veces, las mejores historias son las que ocurren cuando no se nos permite mirar, porque si lo observasemos, de alguna manera, perdería importancia y trascendencia.
Sed buenos, nos vemos el miércoles a la misma hora.
Un saludo.